
Las Navidades y la paternidad ausente
diciembre 16, 2024
Cómo expresar el amor propio en nuestros vínculos
enero 6, 2025El amor es una fuerza poderosa, pero no siempre es suficiente para evitar el daño. Las personas que te aman también son humanas, con sus propias carencias, creencias limitantes y miedos.
«A veces, sin intención, estas partes no resueltas en ellos pueden convertirse en obstáculos que saboteen tus sueños, tu bienestar, e incluso tu autoestima. Y lo mismo ocurre en el sentido contrario: tú también puedes, sin querer, dañar a las personas que amas si no trabajas en ti mismo».
Cuando el amor no basta
Amar a alguien no significa que nuestras acciones siempre les beneficien. Quienes te aman pueden querer protegerte del dolor o evitar que tomes riesgos, pero sus palabras y actos, cargados de sus propias inseguridades, pueden terminar limitándote.
Por ejemplo, una madre que nunca se atrevió a perseguir sus sueños podría desalentarte a seguir los tuyos, diciéndote que «es mejor ir a lo seguro», o un amigo que teme al rechazo podría aconsejarte no intentar algo nuevo, “por si sale mal”.
Estas actitudes, aunque provengan del amor, muchas veces están teñidas de sus propias experiencias no resueltas y terminan haciéndote daño.
No es fácil identificar estos patrones, porque vienen envueltos en cuidado y preocupación genuinos. Pero si te detienes a reflexionar, notarás que sus miedos y creencias limitantes no tienen por qué definir tu vida.
El peligro de las carencias emocionales no resueltas
Todos tenemos carencias emocionales: espacios que no fueron nutridos o heridas que no fueron sanadas. Sin embargo, cuando no se trabajan, estas carencias pueden proyectarse en nuestras relaciones más cercanas.
«Quienes te aman pueden volcar en ti expectativas desmedidas, buscando llenar vacíos que tú no eres responsable de llenar. O pueden actuar desde el miedo a perderte, intentando controlarte o invalidar tus decisiones, lo que puede generar sabotaje emocional.
Es importante recordar que las carencias de los demás no son tu responsabilidad. Protegerte significa aprender a poner límites amorosos, reconociendo que puedes cuidar de ti sin dejar de amar a quienes te rodean.
¿Y si eres tú quien proyecta tus miedos?
Así como las personas que te aman pueden lastimarte sin querer, también es posible que tú, sin darte cuenta, estés proyectando tus propias inseguridades en los demás. Tal vez te cuesta aceptar las decisiones de tus seres queridos porque temes que fracasen. Quizás dudas de su capacidad porque tú mismo dudaste de la tuya alguna vez.
Es un ciclo que solo se rompe con autoconciencia. La terapia es una herramienta invaluable para identificar y trabajar esas partes de ti que necesitan atención. No solo te ayudará a crecer, sino que también evitará que transmitas tus heridas a las personas que amas. Al sanar, te conviertes en un espacio seguro para los demás, alguien que apoya y acompaña sin juzgar ni limitar.
El equilibrio entre amor y respeto
El amor verdadero no es control ni sobreprotección, sino respeto y confianza en la capacidad del otro para caminar su propio camino. Amar a alguien también implica reconocer cuándo tus palabras o acciones podrían estar causándole daño, aunque no sea tu intención.
Si notas que alguien que amas está actuando desde sus carencias o miedos, busca el equilibrio. Pon límites que te protejan, pero hazlo con amor, reconociendo que sus intenciones probablemente no son malas. |
Y si eres tú quien está proyectando esas limitaciones en los demás, no te castigues. Todos llevamos heridas, y lo importante es el compromiso de trabajarlas. Buscar ayuda profesional no solo te beneficia a ti, sino que mejora todas tus relaciones.
Sanar para amar mejor
El amor, cuando está acompañado de crecimiento personal, puede ser una de las experiencias más transformadoras y enriquecedoras. Protegerte de los miedos y creencias limitantes de quienes amas, y trabajar las tuyas, no significa amar menos, sino amar mejor.
Este proceso no es sencillo, pero vale la pena. Al sanar, no solo te liberas de las cargas que no te corresponden, sino que también te conviertes en una mejor versión de ti mismo para las personas que te rodean.
Y, quizás lo más importante, te das a ti mismo la oportunidad de vivir una vida más auténtica, plena y en armonía con tus deseos.
Si quieres cambiar tus carencias y miedos por herramientas para crecer y ayudar a quienes amas, estoy aquí para ti, para ayudarte y guiarte en este camino.
¡Por un 2025 más pleno!
Un abrazo,
María Luisa Cuenca
+54 9 11 2773-8743