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septiembre 22, 2025A muchas personas les cuesta ponerle un precio a lo que hacen. Sienten miedo de cobrar, de ser vistas como “caras”, de que el otro piense que no lo vale, o de perder oportunidades por hablar de dinero.
Pero la realidad es que no cobrar no te hace más generosa ni más humilde: simplemente significa regalar tu tiempo, tu energía y tus conocimientos.
Y tu tiempo es lo más valioso que tienes.
¿Por qué sí cobrar?
Cuando cobras por aquello que haces o a lo que te dedicas, no estás vendiendo tu esencia ni mercantilizando tu vocación. Estás reconociendo que lo que haces tiene un valor. Ese valor no solo es económico: es el resultado de años de aprendizaje, de horas de práctica, de experiencias vividas que hoy se transforman en algo útil para los demás.
Cobrar es también establecer un límite sano. Es decir: “Lo que ofrezco tiene un precio porque detrás hay esfuerzo, dedicación y entrega”. Así como respetas el trabajo de otros —el médico, el maestro, el mecánico—, también debes aprender a respetar el tuyo.
¿Cuál es tu valor?
Tu valor no está únicamente en lo que sabes hacer, sino en cómo lo haces.
Nadie más tiene tu mirada, tu experiencia, tu recorrido. Eso que llamamos “conocimiento” no es solo teoría, son las historias que te llevaron a ser quien eres hoy.
Reconocer tu valor es dejar de compararte con otros y comenzar a preguntarte: ¿qué aporto yo que es único? Cuando conectas con esa respuesta, entiendes que cobrar no es un capricho, sino un acto de coherencia y autoestima.
¿Para qué cobras realmente?
El dinero que recibes a cambio de tu trabajo no es solo dinero: es tiempo. Tiempo que te permite sostener tu vida, cuidar tu salud, disfrutar con tu familia, seguir aprendiendo y, sobre todo, dedicarte a lo que amas sin sentir que te estás desgastando.
«Cobrar es elegir vivir con dignidad y equilibrio. Es darte el permiso de que tu vocación no sea una carga, sino una fuente de abundancia que nutre tu vida y la de los demás».
La próxima vez que sientas miedo de cobrar, recuerda: no estás pidiendo de más, estás poniendo en palabras lo que tu tiempo y tu conocimiento valen. Y si tú no valoras lo que haces, nadie más lo hará por ti.
María Luisa Cuenca
@marilupsico
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